La ausencia de redes de cuidado infantil gratuitas y accesibles, con horarios extendidos o nocturnos, obliga a muchas familias, cuyo principal ingreso proviene de la economía popular a llevar a sus hijos e hijas a entornos de trabajo peligrosos o dejarlos en situaciones improvisadas, al cuidado de otros hijos, pocos años más grandes, o en espacios inseguros. Esto expone a las infancias a riesgos físicos y privaciones, en un contexto agravado por la falta de políticas públicas que garanticen su bienestar y derechos básicos.

Frente a esta vulnerabilidad, la Asociación Civil El Amanecer de los Cartoneros ha construido, con esfuerzo y compromiso, una red de espacios comunitarios de cuidado durante más de 15 años. Nuestros centros, ubicados en barrios populares de Buenos Aires, Corrientes, Córdoba y Trelew, reciben a niños y niñas desde los 45 días hasta los 17 años, ofreciendo un entorno seguro y lleno de oportunidades.

Cada espacio está diseñado para abordar las necesidades integrales de las infancias y sus familias. Alimentación nutritiva, actividades educativas, recreativas, culturales, artísticas y deportivas se combinan con un enfoque pedagógico basado en el afecto, el respeto y la confianza. Estos pilares permiten fortalecer la autoestima y fomentar un desarrollo integral que une lo emocional y lo intelectual, ayudando a construir un futuro mejor.

En un país donde el 66,1% de las infancias en Argentina vive en situación de pobreza y más de un millón de niños y niñas carecen de una alimentación adecuada al finalizar el día, nuestros centros representan una respuesta concreta a esta crisis. Articulamos con instituciones de salud para garantizar alimentación nutritiva y promover prácticas de cuidado e higiene que respondan a las necesidades de las infancias y sus familias, promoviendo hábitos de cuidado e higiene esenciales.

Nada de esto sería posible sin el esfuerzo incansable de nuestras trabajadoras, quienes, a lo largo de los años, se han formado y reconocido como educadoras populares. Su dedicación demuestra que, con organización comunitaria y compromiso, es posible transformar vidas y abrir caminos de esperanza en los sectores más vulnerables.